¿Alguna vez has escuchado la palabra automutilación?
La automutilación o autolesión, es un trastorno grave de control donde el individuo comete un acto impulsivo causando daño a su propio cuerpo con el fin de liberarse de emociones o dolor sin la intención de suicidarse. Esta conducta no se limita o se produce a raíz de una situación emocional, sino que también puede ser producida por un trastorno neurológico o metabólico.
Las causas principales de la automutilación están asociadas con trastornos psiquiátricos como por ejemplo: trastorno de personalidad limítrofe, depresión, abuso de sustancias, trastornos alimenticios, psicosis, trastornos de personalidad antisocial y trastorno de estrés postraumático.
Existen varios factores de riesgo que aumentan la posibilidad de esta afección. Entre ellos están:
- Abuso sexual, físico o emocional durante la niñez
- Violencia o algún otro tipo de abuso familiar
- Trastorno de estrés postraumático
- Reclusión en prisión
- Condiciones como lo son: Autismo, y retraso mental
- Mayor impacto en las féminas
- Personas en la etapa de la adolescencia están más propensos
Los síntomas asociados a la automutilación varían, los más comunes son:
- Cortarse la piel con objetos filosos
- Escarbarse o quemarse la piel
- Picarse con agujas
- Golpearse la cabeza
- Presionar los ojos
- Morderse el dedo, los labios o el brazo
- Jalarse el cabello
- Picarse la piel
Si tú o alguna persona cercana a ti está experimentando algunos de estos síntomas, ¡hay una solución!
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